viernes, 26 de diciembre de 2008

La Cultura del MIEDO

Imagen: "El Grito" Edvard Munch


La Cultura del Miedo

"Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones, miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir, miedo de vivir…”


Texto: Eduardo Galeano

lunes, 17 de noviembre de 2008

Diógenes


"Diógenes"
Jean-Léon Gérôme, 1860.


El objetivo principal de los cínicos era desprenderse de toda necesidad, por lo que hubo filósofos "mendigos", como Diógenes. Este vivía en un tonel, y cuando Alejandro Magno le preguntó si deseaba algo, le contestó con estas célebres palabras: "Apártate, por favor: me tapas el Sol". A lo que Alejandro respondió con estas no menos célebres: "Si no fuera Alejandro, querría ser Diógenes". Se les llamó cínicos porque vivian como perros (kynos); de ahí "cínico".

martes, 28 de octubre de 2008

Ahorre dinero

... si usted va a atar dinero a un globo con helio.


El hilo a usarse, será el hilo de coser que podrá encontrar en el costurero de su casa o, eventualmente, el de alguna tía o abuela. Absténgase de reemplazar dicho hilo con cordones de zapatillas, porque el artefacto se vería comprometido a no despegar. El dinero a utilizar, será la moneda de más baja denominación de bolívar, ya que es la moneda más devaluada en la actualidad en américa latina (consulte con su casa de cambio más cercana antes de llevar a cabo el proyecto). Cualquier otra moneda más devaluada no sería conveniente por las dificultades que implicaría conseguirla, con excepción del caso en que ya se disponga de ella. Y finalmente, para poder contrarrestar la fuerza peso de la moneda (cuidado con confundir la moneda de bolívar con la fuerza peso producto de la atracción gravitacional) se empleará una piñata por tener más capacidad de llenado que cualquier globo. A menos que usted no sufra de ansiedad y pueda aguardar hasta el cumpleaños de algún primito, sobrinito o niño alguno y hurtar sigilosamente un globo con helio, si es que le obsequian uno a los concurrentes conjuntamente con la bolsita. En caso contrario tendrá que adueñarse de dos, puesto que uno sería insuficiente.


Texto: Gonzalo M. Filón

miércoles, 15 de octubre de 2008

El Castillo de Arena




C13R70 D14 D3 V3R4N0 357484 3N L4 PL4Y4

0853RV4ND0 D05 CH1C45 8R1NC4ND0 3N L4 4R3N4,

357484N 7R484J4ND0 MUCH0, C0N57RUY3ND0 UN

C4571LL0 D3 4R3NA C0N T0RR35, P454D1Z05

0CUL7O5 Y PU3NT35. CU4ND0 357484N 4C484ND0

V1N0 UN4 0L4 9U3 D357RUY0' 70D0 R3DUC13ND0

3L C4571LL0 4 UN M0N70'N D3 4R3N4 Y 35PUM4.

P3N53' 9U3 D35PU3'5 D3 74N7O 35FU3RZ0 L45

CH1C45 C0M3NZ4R1'4N 4 LL0R4R, P3R0 3N LUG4R

D3 350, C0RR13R0N P0R L4 PL4Y4 R13ND0 Y

JU64ND0 Y C0M3NZ4R0N 4 C0N57RU1R 07R0

C4571LLO.





martes, 14 de octubre de 2008

Aplastamiento de las Gotas


Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.


Texto: Julio Cortázar

miércoles, 8 de octubre de 2008

Crónica de Cualquier Zapato


Imagen: "Pair of Boots", Vincent Van Gogh


Crónica de Cualquier Zapato


Estaba un gastado zapato serenamente posado a orillas de una carretera. Miraba como quien hace dedo, y estaba feliz. Nadie se asombraría por ver algún calzado solo y abandonado en un lugar semejante, y nadie quedaría deslumbrado al no saberse único intrigado por la suerte que lo llevó hasta allí. Pero lo cierto es que pocos conocerán su odisea, y muchos menos el motivo de su felicidad.
Por más de que su solitaria travesía haya sido más larga que la de Phillias Fogg, seguro es que el motivo de su felicidad es tanto más relevante como revelador, puesto que involucra de manera directa todos los demás nobles protectores de nuestros pies que distinguen la izquierda de la derecha. De lado quedan entonces los calcetines, que por burda, tosca y forzada elasticidad, tienen la falta de personalidad suficientemente práctica como para calzar indiferentemente en cualquiera de los dos cimientos y posibles posturas de un mismo individuo.
Entonces, cualquier zapato, zapatilla, o artículo para pies que es capaz de distinguirse de su par, tiene la horrorosa suerte de tener que ser engendrado con otro, que más que su par viene a ser su opuesto, y que solo un ignaro peligrosamente poco minucioso podría considerar igual. Esa horrorosa suerte se prolonga inevitablemente durante toda la estadía del obligado matrimonio dentro de la caja en que se vende o regala. Y solo los que son adquiridos por amputados de un pie pueden zafarse de convivir con su enemigo en la etapa posterior. El resto de los desdichados está condenado a la predecible competencia del caminar de un humano, izquierda adelante, derecha adelante, izquierda nuevamente. Y su condena dura lo que su vida útil, únicamente son libres en la tercera edad, y este es el motivo de su notable felicidad en este fragmento de su vida.
Ha habido casos, en que el usuario llegó a ser tan inconcientemente cruel como para colgar el par de un cable tras haberlo unido mediante sus cordones, y son esos los pares que han accedido al infierno. Pero lo cierto es que estos últimos son la minoría, a la mayor parte se le concede la mutua emancipación.
Luego de padecer durante la flor de su vida la compañía de otro completa y exactamente opuesto a sí mismo, tanto física como ideológicamente, se pueden entregar ya jubilados de su labor oficial a buscar separadamente por donde sea a los suyos, los que compartan su cultura y condición, con los que tendrán afinidad y sana diferencia.


A pesar de la alegría y empeño con que llevan a cabo su viaje, trágico es su final, ya que muy pocos concretan mencionado encuentro. Los hay cuya vida sucumbe ante la violencia del ferrocarril o poder destructivo semejante, pero mucho más triste es la suerte de aquellos que por infortunio se ven en algún reflejo, y tras creerse su par, se abandonan penosamente frente a alguna vidriera o a orillas de algún arroyo.



Texto: Gonzalo Martín Filón.

martes, 30 de septiembre de 2008

Más sobre Escaleras

Imagen: "Belvedere", M. C. Escher



Más Sobre Escaleras


En alguna bibliografía de la cual no quiero acordarme, se explicó alguna vez que hay escaleras para subir y escaleras para bajar. Lo que no se dijo entonces es que también puede haber escaleras para ir hacia atrás. Los usuarios de estos útiles artefactos comprenderán sin excesivo esfuerzo, que cualquier escalera va hacia atrás si uno la sube de espaldas. Pero lo que en esos casos está por verse es el resultado de tan insólito proceso. Hágase la prueba con cualquier escalera exterior. Vencido el primer sentimiento de incomodidad e incluso de vértigo, se descubrirá a cada peldaño un nuevo ámbito, que si bien forma parte del ámbito del peldaño precedente, al mismo tiempo lo corrige, lo critica y lo ensancha. Piénsese que muy poco antes, la última vez que se había trepado en la forma usual por esa escalera, el mundo de atrás quedaba abolido por la escalera misma, su hipnótica sucesión de peldaños. En cambio, bastará subirla de espaldas para que un horizonte limitado al principio por la tapia del jardín, salte ahora hasta el campito de los Peñalosa, abarque luego el molino de la turca, estallen los álamos del cementerio. Y con un poco de suerte, llegue hasta el horizonte de verdad, el de la definición que nos enseñaba la señorita de tercer grado. Y el cielo. Y las nubes. Cuéntelas cuando esté en lo más alto. Bébase el cielo que le cae en plena cara desde su inmenso embudo. A lo mejor después, cuando gire en redondo y entre en el piso alto de su casa, en su vida doméstica y diaria, comprenderá que también allí había que mirar muchas cosas en esa forma. Que también en una boca, un amor, una novela, había que subir hacia atrás. Pero tenga cuidado, es fácil tropezar y caerse. Hay cosas que solo se dejan ver mientras se sube hacia atrás. Y otras que no quieren. Que tienen miedo de ese ascenso que las obliga a desnudarse tanto. Obstinadas en su nivel y en su máscara, se vengan cruelmente del que sube de espaldas para ver lo otro, el campito de los Peñalosa o los álamos del cementerio. Cuidado con esa silla. Cuidado con esa mujer.


Texto: Julio Cortázar

Imagen: "House Of Stairs", M. C. Escher

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Las Meninas

Imagen: "Las Meninas", Diego Velázquez (1599 - 1660)



Las Meninas



Las Meninas es la obra más famosa de Velázquez, fue pintada por el genial artista sevillano en 1656. Velázquez aparece con la Cruz de la Orden de Santiago en su pecho, honor que consiguió en 1659. La mayoría de los expertos coinciden en que la cruz fue pintada por el artista cuando recibió la distinción, apuntándose incluso a que fue el propio Felipe IV quien lo hizo. Las opiniones sobre qué pinta Velázquez son muy diversas.

El maestro nos presenta a once personas, todas ellas documentadas, excepto una. La escena está presidida por la infanta Margarita y a su lado se sitúan las meninas María Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco. En la izquierda se encuentra Velázquez con sus pinceles, ante un enorme lienzo cuyo bastidor podemos observar. En la derecha se hallan los enanos Mari Bárbola y Nicolasillo Pertusato, este último jugando con un perro de compañía. Tras la infanta observamos a dos personajes más de su pequeña corte: doña Marcela Ulloa y el desconocido guardadamas. Reflejadas en el espejo están las regias efigies de Felipe IV y su segunda esposa, Mariana de Austria. La composición se cierra con la figura del aposentador José Nieto.

Primero, las más sencillas.

Soehner, con bastante acierto, considera que el pintor nos muestra una escena de la corte. La infanta Margarita llega, acompañada de su corte, al taller de Velázquez para ver como éste trabaja. Nada más llegar ha pedido agua, por lo que María Sarmiento le ofrece un búcaro con el que paliar su sed. En ese momento, el rey y la reina entran en la estancia, de ahí que algunos personajes detengan su actividad y saluden a sus majestades, como Isabel de Velasco. Esta idea de tránsito se refuerza con la presencia de la figura del aposentador al fondo, cuya misión era abrir las puertas de palacio a los reyes, vestido con capa pero sin espada ni sombrero. La pequeña infanta estaba mirando a Nicolasillo, pero se percata de la presencia de sus regios padres y mira de reojo hacia fuera del cuadro. Marcela Ulloa no se ha dado cuenta de la llegada de los reyes y continúa hablando con el aposentador, al igual que el enano, que sigue jugando con el perro.

Carl Justi considera que nos encontramos ante una instantánea de la vida en palacio, una fotografía de cómo se vivía en la corte de Felipe IV.

Jonathan Brown piensa que este cuadro fue pintado para remarcar la importancia de la pintura como arte liberal, concretamente como la más noble de las artes. Para ello se basa en la estrecha relación entre el pintor y el monarca, incidiendo en la idea de que el lienzo estaba en el despacho de verano del rey, pieza privada a lo que sólo entraban Felipe IV y sus más directos colaboradores.

Pero el verdadero misterio está en lo que no se ve, en el cuadro que está pintando Velázquez.

En principio, la primera idea es que Velázquez elogia al espectador poniéndolo en el lugar del Rey y la Reina, y retratándolo.

Ángel del Campo afirma que Velázquez hace en su obra una lectura de la continuidad dinástica. Sus dos conclusiones más interesantes son las siguientes: las cabezas de los personajes de la izquierda y las manchas de los cuadros forman un círculo, símbolo de la perfección. En el centro de ese círculo encontramos el espejo con los rostros de los reyes, lo que asimila la monarquía a la perfección. Si unimos las cabezas de los diferentes personajes se forma la estructura de la constelación llamada Corona Borealis, cuya estrella central se denomina Margarita, igual que la infanta. De esta manera, la continuidad de la monarquía está en la persona de Margarita, en aquellos momentos heredera de la corona. Del Campo se basa para apoyar estas teorías en la gran erudición de Velázquez, quien contaba con una de las bibliotecas más importantes de su tiempo.

Michel Foucault quería ilustrar esta tesis: debido a su condicionamiento cultural, Velázquez no pudo ver al mismo tiempo al observador como sujeto y como objeto. Esto es lo que mostraría la tríada producción - cuadro - contemplación del cuadro, es decir, pintor - modelo - obsesrvador, que encarnan los tres aspectos de la representación artística: el modelo aparecía sólo como imagen reflejada en el espejo, el receptor no aparecía en absoluto y el pintor no tendría ningún cuadro (o no se vería). Así pues, Foucault observa algo que Velázquez no puede ver. Abarcando con la mirada ambos lados, Foucault observa observaciones.

Dietrich Schwanitz critica a Foucault: "Hagamos la misma operación con las observaciones de Foucault. Miren un retrato de la infanta Margarita más o menos contemporáneo a Las Meninas. Bien, ¿No les llama nada la atención? Correcto, en un caso la raya del pelo de la joven está a la derecha y en el otro a la izquierda. ¿Está invertido el retrato? Pudiera ser. Pero en realidad esto es más bien lo que ocurre en el cuadro de Velázquez, como ha demostrado un historiador del arte que examinó el espacio que allí se nos muestra. Pero si el cuadro está invertido, entonces Velázquez no está pintanto a la pareja real: lo que pinta es un espejo. El cuadro Las Meninas es el reflejo en el espejo del espacio que vemos y el análisis de Foucault se revela erróneo. Foucault se ha dejado engañar por Velázquez y ha tomado una ilusión por un espacio real. Y ahora nosotros podemos ver lo que Foucault no pudo ver por haber sido víctima de so propio prejuicio sobre el siglo XVII. Pero ¿Qué podemos ver nosotros que no pudo ver Foucault? Vemos la ambigüedad del espejo, que une, paradójicamente, invisibilidad y visibilidad. Nosotros no podemos ver el cristal del espejo, y precisamente por eso, vemos lo que aparece reflejado en él. ¿Qué observamos cuando nos miramos al espejo? Un observador, y su imagen también aparece invertida. "

martes, 23 de septiembre de 2008

Relojes

Imagen: Dalí, "The Persistence Of Memory"




Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj



Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.


Texto: Julio Cortázar

Imagen: Dalí, "Montre Molle Au Moment"



Celebración de la Fantasía


Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, por que la estaba usando en no sé que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.

Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que pedían un fantasma o un dragón.
Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba mas de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:
-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo.
-¿Y anda bien? -le pregunté.
-Atrasa un poco -reconoció.


Texto: Eduardo Galeano

Imagen: Bob Lescaux, "Stopwatch"

domingo, 21 de septiembre de 2008

El Navegante Solitario







Vito Dumas, "El navegante solitario"


" En los días de lluvia, encerrado en casa con los mapas extendidos sobre la mesa, atravesaba los mares, estudiaba la ruta imposible... Pero cual es la fuerza que me impulsa a partir, a arrastrarme hacia un destino que forzosamente me obliga a romper con toda esta normalidad? Será que siento la necesidad de demostrar que todo no esta perdido, que aun quedan soñadores, románticos, visionarios? La juventud necesita un ejemplo.

Sin pretensiones, creo poder constituirme en eso. Dentro de mi se debaten dos razones: una, la de quedarme aquí, tomando el desayuno a una hora establecida, esperar a alguien, convivir, leer los diarios y comentar con el amigo cualquier tema, aparte el plan de trabajo, por supuesto; el reloj seguirá marcando sus horas y seré uno de tantos que en el mundo realizan las mismas tareas, uno entre millones de seres en esperar el mañana repetido; otra razón, la de responder a esa llamada que esta definida en el poema " Febre marina " de John Masefield, más desinteresado, más altruista si se quiere. Pienso que la juventud de América me necesita. Acaso sea exagerada ilusión de mi parte, pero así lo siento."


Vito Dumas, fragmento de "Los Cuarenta Bramadores"



Vito Dumas, "El navegante solitario" nació el 26 de septiembre de 1900 en Palermo (Buenos Aires). Pasó su infancia en un campo de Trenque Lauquen (Bs. As.). Fue boxeador, nadador, aviador y navegante solitario siendo esta última su especialidad. La formación de Vito Dumas está enraizada con la actividad deportiva. En su adolescencia no discrimina y vuelca su fortaleza en la gimnasia, el atletismo, la lucha, el boxeo incipiente, la natación...

En su juventud, a partir de 1923, hizo cinco intentos por cruzar a nado el Río de la Plata, en las que no logró su objetivo pero sí fortaleció, templó su espíritu.

En 1923 intenta el primero de sus cinco intentos del cruce del Río de la Plata. No logra su propósito pero establece un nuevo récord de permanencia en el agua. Y años después (1931) decide viajar a Francia con el propósito de cruzar a nado el Canal de la Mancha pero su intento nuevamente falló.

Se compró entonces una embarcación; un barquito construido en 1918 que nada tenía de seguro, además Dumas no tenía ni brújula ni elementos de navegación. Cargaba agua en damajuanas y algunas conservas, azúcar, unas papas y galletas.

Intentaba ahora cubrir la ruta de Francia a Buenos Aires. El 9 de abril llegó a Montevideo, y el 13 de abril, después de 121 días de su partida de Francia, recalaba en el Yacht Club Argentino y la gente lo esperaba para ovacionarlo. Con muestras de cansancio expresó que se despedía de la navegación.

Diez años después emprendió la vuelta al mundo, solo con su pipa. El 27 de junio de 1942, Vito Dumas zarpa del puerto de Buenos Aires a bordo de su embarcación Lehg II (9,55 m de eslora y 3,30 de manga) con un objetivo claro y preciso: dar la vuelta al mundo solo.Partió de Montevideo hasta Ciudad El Cabo (55 días de travesía); de allí a Wellington (Nueva Zelandia) a través de zonas de monzones, con olas de 18 metros de altura, requirieron un esfuerzo titánico para sobrevivir (104 días de navegación); desde allí a Valparaíso, Chile, a través del Océano Pacífico (72 días de navegación). Desde Valparaíso, por el Cabo de Hornos, en la unión de los dos océanos, por la ruta de la muerte, hasta Mar del Plata, y de allí costeando a Buenos Aires. Tardó un año y 36 días en cumplir el objetivo que se había fijado. "El Navegante Solitario" cumple el sueño de un país que lo recibe con los brazos abiertos el 8 de agosto de 1943. Es sin duda el viaje más importante de Dumas y el que lo ubica como el navegante solitario más importante de todos los tiempos. La hazaña está relatada en su libro "Los Cuarenta Bramadores", el nombre se refiere a la latitud º40, considerada una ruta imposible de navegar.

Vito tras cumplir la tercera etapa de su viaje. Se pueden apreciar los estragos que han hecho las olas en su ropa.


En Septiembre de 1945, Dumas, fiel a su temperamento y con su inseparable Lehg II, decide emprender una travesía más, navegar hacia el Norte, destino: Nueva York en un viaje titulado "El crucero de lo imprevisto", Buenos Aires – Montevideo - Punta del Este - Río de Janeiro - La Habana - Nueva York – Caerá – Montevideo - Buenos Aires, concretando de esta forma el doble cruce del Atlántico recorriendo 17.045 millas en 234 días.

Posteriormente, se traza otro objetivo no menos desafiante: unir los puertos de Buenos Aires y Nueva York, en una sola escala, 7.100 millas, 117 días, proeza que logra en 1955 con su nuevo barco, el Sirio, una embarcación más pequeña aún que el Lehg II.

Y llegó un día, un 28 de marzo de 1965, en que después de una aventurera vida, Vito Dumas falleció víctima de un derrame cerebral. Sus restos mortales, están en el Panteón Naval de Chacarita. Escribió los siguientes libros "Mis Viajes", "Solo, rumbo a la Cruz del Sur", "Los cuarenta bramadores" y "El crucero de lo imprevisto".


Vito Dumas a bordo del Lehg II.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

La Música

Imagen: "Jammin' at the Savoy", Bearden



Imagen: Dizzy Gillespie




Imagen: "Three Musicians", Picasso




LA MÚSICA




Era un mago del arpa. En los llanos de Colombia, no había fiesta sin él. Para que la fiesta fuera fiesta, Mesé Figueredo tenía que estar allí, con sus dedos bailanderos que alegraban los aires y alborotaban las piernas.



Una noche, en algún sendero perdido, lo asaltaron los ladrones. Iba Mesé Figuereso camino de alguna boda, a lomo de mula, en una mula él, en la otra el arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a golpes.



Al día siguiente, alguien lo encontró. Estaba tirado en el piso, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo, con un resto de voz:



-Se llevaron las mulas.



Y dijo:



-Y se llevaron el arpa.



Y tomó aliento y se rió:



-Pero no se llevaron la música.


Texto: Eduardo Galeano.
Imagen: Piano, Case.




Imagen: "Reminiscing", Joseph Holston


Imagen: "From the Heart", Mayer

Instrucciones para llorar


Imagen: Algún francés llorando ante la ocupacion nazi de paris durante la 2º guerra mundial.

Instrucciones para llorar



Instrucciones para llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Texto: Julio Cortázar.

martes, 16 de septiembre de 2008

Escaleras

Imagen: Relativity, M. C. Escher.

Instrucciones para subir una escalera


Nadie habrá dejado de observar que con frequencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situá un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de transladar de una planta baja a un primer piso.Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie). Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Texto: Julio Cortázar.



Imagen: Ascending and Descending, M. C. Escher.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Ajedrez


Imagen: Errico, Surrealist Chess Art


I


En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ambito en que se odian dos colores.


Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.


Cuando los jugadores se hayan ido,
Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.



Imagen: Mycal, Atlas Shrugged

II




Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.


No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.



También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días.



Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías?

Texto: Jorge Luis Borges


Imagen: Mycal, Sunset

Afrodita

Arriba: Sandro Botticelli (1444-1510), El nacimiento de Venus
Abajo: William Adolphe Bouguereau, El nacimiento de Venus


Todo comenzó cuando Urano cometió incesto con su madre Gea, también conocida como la "Madre Tierra". De este acto surgieron primero los Cíclopes y después los titanes. Cuando Urano envió a los rebeldes Cíclopes al Tártaro (una especie de inframundo confortable), Gea dió una hoz a su hijo Cronos, llamado "el Tiempo", con la que éste cortó los genitales a su padre, los lanzó al mar y de la roja espuma surgió Afrodita, llamada "la Diosa del Amor nacida de la espuma". Su equivalente romana es la diosa Venus.

Queramos


Por lo agradecido que estoy de que cometamos errores, quiero saber porque los árboles vuelven a florecer después del invierno, quiero ver a través de los ojos de mengano, quiero violar de un saque la interpretación perniciosa de los mandamientos. Quiero que tengan una ignición interna los artistas frustrados, y ver el principio de los comienzos. Que el aburrimiento sea tan inquieto que se centrifugue, con el desquicio del incomprendido sin miedo, dando paso al comienzo del eterno camino final. Que los excluidos sean parte, y que las partes se fundan en una sola inextricable maraña de hilos de colores entrelazados. Que los contrastes sean tan fuertes que los ojos no los comprendan, los sientan. Que las realidades sean tantas que sean una sola en su totalidad. Que todos nos arrojemos sobre el dinero para ver quien lo enciende primero, y nos agrupemos todos a percibir su frio calor. Sentémonos todos a debatir sobre el debate, para ver que nadie tiene razón. Seamos indistintamente distintos, dejemos de decir la verdad cuando mentimos. Quiero que le demos de comer un abundante plato de comida al vuitre. Quiero que tu lluvia salpique de tu esencia a las almas disueltas en olvido, para que despierten, para que sufran su renacimiento, para que se eleven, y se enciendan como el Sol. Que no haya nada más despreciable que el desprecio, que la apreciación deje de tener precio. Que las vueltas de la calesita no tengan más un eje, y que el tobogán suba y baje por siempre, para que no la envidie. Sentirse sabio no seria solo saber lo poco que podemos llegar a aprender en una vida. Que el oscurantismo sea una técnica para jugar a la escondida y que yo vaya ahora a jugar, para que vos sigas escribiendo.


Dibujo: Rocío Pilar Vieites. Escrito: Gonzalo Martín Filón.